ES:Cultus deorum Romanorum

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El Cultus deorum Romanorum es la religión precristiana de Roma. Algunas veces denominada "Paganismo Romano", la práctica moderna del Cultus deorum es un intento de reconstruir la antigua fe de Roma lo más fielmente posible, haciendo las necesarias concesiones a la sensibilidad actual.

Religio Romana

Cuando éramos niños, muchos de nosotros aprendimos que las mitologías griega y romana eran una y la misma. Quizá nuestros padres acostumbraban a leernos antes de dormir relatos de versiones infantiles de mitología clásica, junto a los cuentos de Grimm. Incluso en los departamentos académicos de Lenguas y Cultura Clásica de las universidades, solían mezclar a griegos y romanos en las clases de mitología para alumnos que buscaban simplemente completar sus requerimientos estudiantiles en Humanidades. Por esta razón, mucha gente mantiene una concepción errónea sobre la Religión Romana. Alguna vez, la gente ha visto (o incluso ha tenido que memorizar) algún tipo de lista en la que se igualaban los 12 dioses olímpicos de los griegos con sus correspondientes dioses romanos (Zeus=Júpiter, Hera=Juno, Poseidón=Neptuno, y así con los demás).


Si bien Zeus y Júpiter comparten características similares, no son el mismo Dios. Aquellos que se refieren a este conglomerado de mitología y tradición grecorromanas están aludiendo a un período histórico en que los dioses romanos se habían despersonalizado tanto debido a influencias exteriores, que las diferencias entre los romanos y sus vecinos se habían desvanecido. Las divinidades de los primeros romanos eran muy diferentes de lo que fueron después de la fuerte influencia ejercida por los etruscos y los griegos. Los romanos no eran más que simples granjeros y pastores, y sus dioses y prácticas religiosas giraban en torno a sus hogares, sus granjas y su inmediata comunidad. Sus dioses, en su mayor parte, no eran antropomórficos y no se representaban mediante estatuas o imágenes. Por ejemplo, los templos de Vesta, una de las últimas divinidades romanas en ser representada con forma humana, eran edificios pequeños y redondos donde ardía una llama eterna. Vesta era esa misma llama, con lo que no había necesidad de ninguna imagen suya.


A pesar de que es difícil averiguar exactamente en qué creían los romanos acerca de sus Dioses y cómo les rendían culto, es mucho lo que sabemos sobre ello. En general, las prácticas religiosas romanas no estaban asociadas con dogma o moral alguna, sino que estaban basadas en un acuerdo más o menos contractual con los dioses. La norma ética fundamental en la Religión Romana era la pietas, que implica sentido del deber, del honor y del respeto hacia las Divinidades. Es más, la moralidad o inmoralidad de quien oficiaba los ritos no era relevante; todo lo que importaba es que el propio ritual fuera realizado con la pietas adecuada.


Además, los romanos creían que los dioses y los espíritus eran omnipresentes y responsables de todos los fenómenos naturales; así, debían ser propiciados para que el hogar y la comunidad prosperaran. "Do ut des" era la forma de oración más común, significando "yo te doy, tú me das." La idea subyacente era la de la negociación con los Dioses, cuyo poder se contribuía a aumentar a través de los sacrificios. Los Dioses son más poderosos que los hombres y ese poder puede ser incrementado cuando los hombres les hacen ofrendas. Muchas oraciones romanas que acompañaban alguna ofrenda contenían la frase "macte esto" ("seas tú engrandecido"). El verbo macto-mactare deriva de la misma raíz lingüística que la palabra magnus (grande). Así, "macte esto" es literalmente un imperativo que sugiere que el Ser Divino a quien se dirige puede ser engrandecido por aquello que se le ofrece. En este sentido, parece que los romanos podrían haber creído que los Dioses necesitaban a los hombres para sostener y aumentar su poder.


Cuando uno examina las palabras y las frases que los romanos usaban para describir sus prácticas religiosas, se hace cada vez más claro cuán importante era el ritual para el bienestar de Roma. El verbo religo-religare significa literalmente "atar, ligar" y así es como todas las prescripciones sagradas por las cuales se "ata" a los Dioses con los hombres son conocidas como la religión de los romanos. El ius divinum ("derecho divino") fue un conjunto de procedimientos desarrollados a lo largo de generaciones transmitido y mantenido en secreto para evitar que los enemigos del pueblo pudieran aprender su uso y utilizarlo contra la sociedad, apartando de ella a sus dioses. Las gentes mantenían la fe en que si las reglas tradicionales del ritual eran seguidas apropiadamente, el resultado sería la Pax Deorum, la Paz de los Dioses, que es algo parecido a la armonía entre el mundo de los Dioses y de la Humanidad. De hecho, Q. Marcus Philippus llegó a decir: "Los dioses ven favorablemente la observancia escrupulosa de los ritos religiosos que han llevado a nuestra nación a su punto culminante" (Ogilvie 23). Sin duda, los romanos creían que su prosperidad dependía de los dioses.


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