Una introducción a la
filosofía estoica

por Beatrix Murrell de la Stoa Del Sol

Marco Aurelio, famoso estoico y emperadorMi intención es la de compartir lo poco que sé sobre el modo de ver las cosas del antiguo estoicismo, lo cual en algunas cosas parecerá familiar. Esto es porque algunas de sus ideas se incorporaron más tarde a diversas filosofías y tradiciones religiosas.

Para los estoicos nada ocurre sin explicación. Hay una razón para todo en la naturaleza. Los estoicos creyeron en la existencia de una "fuerza" activa que está por todas partes, coexistiendo con la materia. Los estoicos creyeron que había algo actuando dentro de ellos -como así indicaron- "un espíritu profundamente infuso, germinando y desarrollando como una semilla en el corazón de cada cosa que existe."

Para los estoicos Dios era Fuego (la energía activa) y Logos (la razón) difundida a lo largo del Cosmos. Creyeron, también, que la Ley de Naturaleza era la presencia material de Dios en el universo. Como la razón cósmica, Dios era la Providencia. Esta Providencia ordenaba todas las cosas. Dios también era el Destino. Los estoicos creían que el Destino imponía a la humanidad un cierto determinismo que sólo permitía la libertad dentro del contexto de una persona que ha aceptado internamente la necesidad cósmica.

Como Fuego, los estoicos asemejaron este concepto de Dios con una semilla que se tiene en el interior, la "razón de todas las cosas y las causas de lo que era, es, y será". Esta energía era el principio vital de la cual florece toda la flora y fauna. Los estoicos consideraban que a través de cualquier fase de desarrollo, estaba Dios (como una fuerza viviente), el cual amoldaba y dominaba la materia pasiva en lo que se refiere al "progreso."

Los estoicos creían en el alma—incluso para los animales, aunque en este caso no era racional-. Sin embargo, en las criaturas racionales consideraron la existencia de Pneuma (la respiración ardiente) que se manifestaba en su grado más alto de intensidad como una "emanación del alma mundia". Este Pneuma era una chispa del Fuego celestial.

Esencialmente los estoicos creyeron que lo que Dios es para el mundo, el alma es para el hombre. Declararon que el Cosmos debe verse como un solo Todo —con su "variedad referida a las fases cambiantes de condensación en el Pneuma." Por consiguiente, para los estoicos, la naturaleza real de una persona humana es la universal pero en una escala más pequeña — un microcosmos.

Existe un paralelismo entre el macrocosmos y el microcosmos. Dios, el Alma del mundo, lo colma y lo penetra. Del mismo modo, el alma humana satura y respira a través de todo el cuerpo—informando y guiándolo. Tanto en el macrocosmos como en el microcosmos, hay una parte gobernante.

Los estoicos consideraron cada alma humana como un "fragmento de la fuerza divina universal, todavía no completamente separada del padre-acción." Ellos hablaron de la familia. declarando que "Nosotros somos la descendencia de él! "

Además de su cosmología, los estoicos también desarrollaron una ética, que estaba centrada en la Virtud. Creían que la virtud debía ser la ley que gobernara el Universo. Para ellos, debía ser incluída junto con la razón (Dios/Logos) siendo aceptada como el lazo sobre las "partículas de razon que hay en cada uno de nosotros". De hecho, las leyes humanas existen porque las personas reconocen esta obligación -de la justicia, responsabilidad y libertad se reconoce que es obligación de Dios.

Los estoicos expresaron esta ética más allá, dentro de las ideas de comunidad. El individuo debía reconocer la "sociedad de seres racionales de la cual él formaba parte y subordinaba su finalidad a las finalidades y necesidades de su sociedad" -La ciudad de Zeus-.

Esta ciudad de Zeus era el ideal de cosmopolis. En esta ciudad, los estoicos concebían que todo estaba ordenado por la razón -trabajando inteligentemente. Los ciudadanos existían para la causa común, trabajando proporcionar el bien mutuamente. Dicha comunicación encontraba su expresión en la justicia, la amistad, la familia y la vida política.

Más específicamente, en su tiempo los estoicos declararon con valentía que no existían diferencias "entre el Griego y el bárbaro, entre el hombre y la mujer, la atadura y la libertad". Todas las personas eran miembros de "un cuerpo compartido en la razón".

En el campo religioso, los estoicos sintieron que sus elementos esenciales no eran las ceremonias o el sacrificio, sino la oración, auto-conocimiento y la alabanza. Como dijeron: "Dios trabaja mejor en el altar del corazón por el deseo de conocerle y obedecerle".

[Citas extraídas de diccionarios, la Enciclopedia Británica, la Enciclopedia Americana y la Nueva Enciclopedia Católica.]

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